lunes, 24 de agosto de 2009

Nunca más

Después de que todo acabó, Wendy [i]se dispuso, muy dolorosamente, a tomar cartas en el asunto y con rastros de lágrimas sobre sus mejillas, firmó el acta de divorcio. No era culpa de Peter Pan[ii], no: fue la pequeña falda de Campanita.





[i] El Síndrome de Wendy se manifiesta en una necesidad absoluta de satisfacer al otro, principalmente la pareja y los hijos. Esta conducta se debe al miedo al rechazo y al abandono y, por razonas culturales, es más frecuente en las mujeres que en los hombres.

[ii] El síndrome de Peter Pan se caracteriza por la inmadurez en ciertos aspectos psicológicos, sociales, y por el acompañamiento de problemas sexuales. La personalidad masculina en cuestión es inmadura. El sujeto crece, pero la representación internalizada de su yo es el paradigma de su infancia que se mantiene a lo largo del tiempo.

1 comentario:

Christian Armijo dijo...

ta bacan tu cuento y lo que mas me gusta es que el pie de pagina es más grande que el propio cuento