Inclinando las tenazas arrepentidas,
de terribles ojos de cálculo mortal y
las patas junta como si fuera a rezar.
Se camufla en su gama de prisma,
con actitud orante y religiosa que aguarda
con cuerpo estático a su caza.
Artista y maestro de espejo siniestro.
Un macho vacío, lleno de orgullo,
con furia delincuente,
abusivo y malhumorado,
que se calma y agudiza.
Cuerpo y alma para el ataque.
Militar ofensiva esconde entre tallos
una raja luminosa de extremo escape
rebana una flor con navaja extensión.
Abraza a su presa con arte marcial:
El prisma verde de la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario